Historia de la iglesia de la Virgen de la Peregrina
Torre de la iglesia de la Virgen de la Peregrina |
El origen de la capilla hay que buscarlo en una imagen de la
Virgen así vestida y que unos peregrinos franceses trajeron hasta Pontevedra.
En la ciudad llamó tanto la atención que se fundó una Cofradía para rendirle
culto. El germen de la Capilla se remonta pues al año 1753, año en el que se
fundó una congregación dedicada al culto de la Virgen del Camino (Camino de
Santiago Portugués), que posteriormente dio lugar en la Congregación de nuestra
Señora del Refugio la Divina Peregrina.
En 1757 se elaboró un altar para la imagen de la Virgen
Peregrina en la ya existente Capilla de Nuestra Señora la Virgen del Camino, lo
que con el paso del tiempo se tradujo en la aparición de problemas propios de
tener dos imágenes con diferente tutela (recogida de limosnas, repique de
campanas...) entre la Cofradía de la Peregrina y la de la Virgen del Camino,
propietaria del templo.
La justicia y el gobierno municipal, por estos y otros
motivos, ordenó sacar la imagen y el retablo del templo, que se trasladaron a
una nueva capilla de madera en un solar extramuros, junto a la Puerta de
Trabancas. Dos años más tarde, al abrirse una cantera en un monte propiedad de
uno de los miembros de la congregación en San Amaro de Moldes se puso la
primera piedra del santuario el 18 de junio de 1778, siendo costeada por la
Cofradía de Nuestra Señora del Refugio y Divina Peregrina. Los planos fueron
trazados por el maestro de obras Antonio Souto que era también sargento de
milicias. Su construcción finalizó en 1792, año en el que se colocaron las campanas,
la puerta, las vidrieras y más tarde el atrio, consagrado dos años más tarde.
El 2 de agosto de 1794 tras dieciséis años de obras fue bendecida por el
párroco de San Bartolomé.
Hacia 1795, debido a una gran tormenta que causó graves
daños al templo, se derrumbó parte de su torre norte, y no fue arreglada hasta
80 años después (1873), momento en el que se instalaron también dos pararrayos.
No sólo la Capilla sufrió cambios. El entorno en el que en un inicio se ubicó
la capilla también ha cambiado hasta nuestros días. La ciudad sufrió una
importante remodelación urbanística desde mediados del siglo XIX, y el atrio se
sustituyó por una gran escalinata.
El almirante Casto Méndez Núñez donó una concha de Tridacna
de gran tamaño que trajo del Pacífico de uno de sus múltiples travesías que
actúa como pila de agua bendita y que está situada en la entrada de la capilla.
El reloj de la torre norte, fue instalado el año 1896, procedente del Hospital
de San Juan de Dios que había sido demolido. También se instalaron en la
Capilla las campanas del Hospital.
En 1981 se llevó a cabo la primera restauración del
Santuario para reparar daños estructurales importantes (había grandes grietas
en el edificio producidas por un desplazamiento de los cimientos). Fue llevada
a cabo por César Portela y José Bar Boo. Su segunda restauración más importante
se llevó a cabo el año 2008, restaurando vidrieras, muros, pintura o el reloj
de la torre entre otros elementos.
El templo está administrado por la Cofradía de la Peregrina
quien costeó su construcción y continúa conservándolo y manteniendo el culto.
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